domingo, 27 de julio de 2008

Por qué terminar con el toreo

"La tauromaquia es el malhadado y venal arte de torturar y matar animales en público y según unas reglas. Traumatiza a los niños y a los adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura". UNESCO, 1980

jueves, 17 de julio de 2008

La senda del perdedor, de Charles Bukowski

Otra novela de Bukowski, junto con Factotum y Mujeres, de lo mejor que he leido de este tío... Se trata de una novela autobiográfica en la que Bukowski relata su más tierna infancia remontándose incluso a la época en que vivió en Alemania.

Hay que saber poner las cosas en contexto, Bukowski nació en Alemania en 1920, al poco de haber terminado la gran guerra, nació en una Europa destrozada, además en el bando perdedor, el traslado a EEUU no fue mucho mejor, en 1929 se produce el crack de la bolsa, el paro crece, las necesidades aumentan... definitivamente no era el mejor momento para tener 9 años... y 10 años después, en 1939 estallará la segunda guerra mundial, definitivamente no es la infancia-adolescencia que nadie desearía.

El relato de un abuelo vago, unos tios vividores y unos padres violentos... realmente la senda de un perdedor, fracasando reiteradamente en el colegio, sin ser buen estudiante, sin tener realmente buenos amigos ni ser habilidoso en lso deportes, Bukowski tendrá que apañárselas solo, con total ausencia de ternura, endureciéndose poco a poco, haciendo callos en el corazón.

Relata sus trastadas de niño, las palizas que le pegaba su padre, lo poco aceptado que era en el colegio, el terrible problema de acné que padeció (tuvo que ir al hospital, allí le aplicaron dolorosos métodos de dudosa eficacia, pero Charles ya estaba endurecido y aguantó el chaparrón sin quejarse demasiado.

Es peculiar ver como su infancia tuvo algunas injusticias con él, aunque desde luego Bukowski no eran precisamente un santo tenía inquietudes literarias, descubriría entre otros a Hemmingway.

Los tiempos de la crisis debieron ser difíciles, sin hermanos y en una familia que era todo fachada, su padre, al quedarse en paro, seguía saliendo por la mañana en su coche para así aparentar que tenía un trabajo, su madre por otra parte jamás se puso de parte de su hijo y también recibió palizas de su marido y algunas infidelidades.

A medida que vayan pasando los años, Bukowski desarrollará más y más su interés por la literatura, comenzará ha hacer algunos escritos por puro placer... su padre los descubrirá y los destruirá, adicionalmente lo echará de casa, poco a poco se deja entrever la relación que Bukwoski tendrá con el alcohol y que le acompañará durante el resto de su vida.

Un libro que explica los inicios de un alma por este mundo, hostias, borracheras, dureza, vileza y un transfondo de ternura y sentimientos... recomendado!

Y a mi sobrino Albert... de David Forrest

En primer lugar decir que el título es algo más extenso : "Y a mi sobrino Albert le dejo la isla que le gané a Fatty Hagan en una partida de Póker", escrita por David Forrest se trata de una novela realmente desenfadada y divertida, el argumento es bien simple: un chicho de unos 20 años recibe una herencia de un tío suyo (que le crió desde pequeño, pues el chico es huérfano), la herencia es una isla ganada en una partida de póker.

La isla en cuestión no deja de ser un peñasco en medio del canal de la mancha, situado en aguas internacionales y por tanto con jurisdicción propia, sin embargo aparte de verse envuelta de cuando en cuando por una espesa niebla, la "isla" no tiene ningún interés, sin embargo algunos acontecimientos harán que esto cambie de forma drástica.

Debido a la espesa niebla, un buque espía soviético encalla en ella, tras diferentes negociaciones, los soviéticos deciden comprar a mitad de la isla, lo que constituye un enorme éxito para la inteligencia soviética : una base en el corazón de europa occidental, ideal para espiar las comunicaciones de ésta. Sin embargo, no pasará mucho tiempo hasta que los Estados Unidos decidan comprar la otra mitad, el propietario, mantendrá una mínima porción de la isla.

De repente todo a cambiado, Albert, nuestro protagonista, se ha vuelto millonario, la isla se ha convertido en una especie de Berlín (con su muro, en este caso sustituido por una alambrada que separa los sectores occidental y oriental)... Sin embargo los soldados de uno y otro bando entablaran una camaradería muy especial, llegando incluso a montar una destilería en la isla.

Una novela muy divertida, amena, sin más pretensión que la de entretener, algo que desde luego consigue :-).