martes, 14 de agosto de 2007

Más Platón y menos prozac

Hace un tiempo compré el libro "Más Platón y menos prozac", había oido hablar de él y pensé que era un buen momento para leerlo. La idea básica del libro es que hoy en día, estamos en una sociedad con demasiados medicamentos: que estás deprimido: prozac, que tienes ansiedad: ansiolíticos y así sucesivamente. La alternativa que se propone está bastante bastante bien.

Es bastante asumible que cualquier problema que hayas tenido, lo habrá tenido alguien antes, y cualquier planteamiento que hagas, probablemente alguien lo haya hecho, partiendo de este punto, en muchos de los casos, estos pensamientos habrán sido escritos: es lo que llamamos filosofía.

En lugar de recurrir a la psicología o a la psiquiatría, el autor propone emplear una perspectiva filosófica es decir: ¿que te diría Platón/Nietzsche/Kant... en esta situación? a partir de ahí, se trata de 'coger el toro por los cuernos' y ver que se puede hacer, la diferencia con la medicación, es que la terapia filosófica ataca los problemas, no los síntomas.

Dicho de otro modo: antes tu ibas al colegio, un tío mayor que tú te reventaba la cara y a joderse, ahora es algo así como que te revientan la cara y entonces tienes "el síndrome de..." te vas al médico, te da una pastilla que te da un buen chute pero al día siguiente te reventarán de nuevo la cara. Esto no sirve para nada, conviene más aprender a correr para huír del tío o ir tomando clases de kárate (según gustos).

El libro contiene una crítica demoledora hacia la psicología y la psiquiatría, si bien el autor admite que en muchos casos puede ayudar, viene a decir que están un poco sobrevaloradas.

Desde luego no es un libro de estos que te marcan de por vida (para eso, tenéis literatura de G. Orwell, comenzando por 1984), pero desde luego da que pensar, invita a plantearse las cosas de otro modo y eso siempre es agradable, adicionalmente, no es un libro del tipo "quien se ha llevado mi queso" que pretende arreglar el mundo con cuatro frases bonitas.

En cualquier caso, completamente recomendable, no es muy largo y no se hace especialmente pesado, no hay que ser un experto en filosofía para leerlo (ni un aficionado siquiera) y alimenta el alma :).

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