martes, 17 de julio de 2007

Tiempo que gastar

Cuando la vida de las personas cambia sin que éstas puedan predecirlo previamente, se plantean varios problemas, el principal es la necesidad de tener un "plan B" es decir, a ver que cojones haces en lugar del plan que tenías, esto es aplicable a situaciones tan dispares como no poder salir con los colegas una noche o que se te muera una persona querida con la que ya no podrás pasar más tiempo, obviamente el segundo caso es mucho más complicado y doloroso que el primero, pero si reducimos el problema, la cuestión será ocupar el tiempo que de repente a quedado libre. A muchas personas puede que les baste enchufar la televisión y tragarse la morralla que ponen en ella, otros leen, otros salen, otros se pasan tardes en el sofá... Personalmente he decidido llenar el tiempo que tengo libre de varias formas: en primer lugar salir después del trabajo, ir al gimnasio, estudiar algunas cosillas por mi cuenta y leer más.

Salir con los colegas después del curro a tomar unas cañas (o un café si lo preferís), es una de las experiencias más gratificantes, aparte de dedircarte a arreglar el mundo con los amigos, los conoces mejor y te sientes menos solo, que nunca está de más. En las ciudades la soledad y la falta de comunicación de las personas resulta paradójica: todo el mundo habla de encontrar a su alma gemela y demás... parece que solo hubiese una en el mundo: falso, creo que se puede asumir que de cada 100 personas que conozcas, 1 puede ser especial para ti y me refiero a especial de verdad, yo por ejemplo no he conocido 100 chicas y puedo contar unas cuentas que han sido especiales. Conclusión: en cualquier ciudad media, en un rado de 1km de donde vives hay potencialmente 10 ó más personas que serían especiales para tí, aunque nunca las conocerás, resulta un poco descorazonador, pero es así.

Otra forma de mantenerse ocupado es ir al gimnasio, las personas tienen diferentes motivaciones para ir, la principal es el culto al cuerpo. No creo que haya nada malo en hacer culto al cuerpo, siempre que no te vuelvas gilipollas, a mi personalmente me importa una mierda, yo no voy para ponerme cachas, para ligar ni para entrar en el bañador del año pasado: yo voy para que mi cerebro me de un buen chute de endorfinas y bueno si además me viene bien para la salud y demás, pues eso que gano. Personalmente me siento un poco incómodo en el gimnasio: la música es un puto asco, más propia de discotecas que otra cosa, además esta todo lleno de espejos, supongo que hay gente muy narcisista, y siempre hay un tío cachitas que te mira por encima... pero bueno, consigo mi chute de endorfinas.

Leer: la gran ocupación olvidada de la humanidad, ha sido sustituida por la televisión, incluso muchos de los libros que hay hoy por hoy no son más que morralla contandote la vida de alguien en plan cotilleo (antes que leer eso, prefiero hacerme una paja, la verdad), pero de cuando en cuando hay libros que te reconcilian con la humanidad: leed cualquier cosa de Orwell, Bukowski... y entenderéis lo que digo.

En fin, las cosas siguen adelante, los plantes te cambian y de repente tienes un montón de tiempo que no sabes en qué gastar, cuanto más tiempo se tarde en reaccionar, más alta será la probabilidad de apalancarse como un puto vegetal en el sofá, aunque eso no es lo que me pasará a mi, procuro mantenerme activo y la mente agradece esto, ¡ah! y el cuerpo también.

Tareas encoladas: leer 'Más Platón y menos prozac', seguir llendo al gimnasio, escribir un poco más, seguir saliendo con los colegas... en definitiva sentirme un poco más vivo.

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